El evento tuvo lugar en las instalaciones de la unidad ejecutora del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), de dicho territorio, contando con la participación de los graduandos, la mayoría servidores públicos, y la representación del personal administrativo de la ESAT, en esa sede, como la directora y la coordinadora académica y de secretaría, además de los coordinadores de investigación y de participación y desarrollo Comunitario del organismo de investigación agronómico. Así lo informó, Heli Andrade, profesional asociado a la investigación del INIA-Barinas.
Al respecto, Andrade indicó que con la entrega de los certificados que acreditan tal diplomado, se sella el desempeño profesional demostrado por los participantes no sólo académicamente, sino, la arista más importante, lo social. Es decir, por “el alcance práctico obtenido durante las acciones que emprendieron al relacionarse con los campesinos en sus propios ámbitos, logrando interactuar y producir desde esa base cognitiva, alternativas de alimentación en diferentes rubros agrícolas con materia prima local, como estrategia necesaria para incorporar y rescatar saberes que otorguen impactos positivos para la seguridad y soberanía agroalimentaria (...)”, enfatizó.
Asimismo, señaló que, en participación telefónica, Miguel Mora, Decano de esa casa de estudios, más allá de congratular a los promovidos, hizo hincapié en la oportunidad que se puede construir a través del aprendizaje obtenido, en tanto que podría este, ser considerado como un poderoso instrumento para fraguar alternativas en el paradigma agrícola socialista porque asume tecnologías amigables que fortalecen la agricultura sustentable territorial.
En ese sentido, Dayanara Brito, graduando y servidora pública del Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras (MinPPAPT), opinó, que mediante este diplomado “se nos ofreció el fortalecimiento de conocimientos en el área de nutrición animal, al desarrollar conjuntamente con el concepto de territorio, el uso de materias primas locales para preparar formulas alimenticias que sustituyan los alimentos balanceados que las transnacionales producen y que hoy representan un nudo crítico en el suministro de alimento para diferentes especies de animales”.
La expresión cultural no pudo faltar
Del mismo modo, expresó que buscan alternativas a la soya como fuente de proteínica, por ejemplo, “estuvimos haciendo prácticas comunitarias sector campo alegre, del municipio Obispos, donde, con los productores organizados y Consejos Comunales trabajamos con moringa y la pica pica para demostrar que estos poseen atributos para la nutrición artesanal para aves, rompiendo así, con el paradigma de depender de la materia prima importada porque desconocemos de las plantas foráneas o nativas y nuestra cultura es quemarlas a veces por ser “maleza”.
“También, tomamos el recurrir al follaje de la yuca, utilizándolo como forraje para gallinas ponedoras, lo que subió de 65 a 75 por ciento la producción de posturas en dos unidades experimentales de esa localidad” concluyó.
Finalmente, se conoció que en esta actividad, la expresión dancística de la compañía de Danza Manguay y el taller de joropo de la casa de los niños resaltaron simbólicamente el acervo cultural, social y agrícola de esa jurisdicción occidental. (Fuente: Heli Andrade. Fotografía: Raiza Gómez. Redacción: Néstor Castañeda).
