Para ello se contó con la participación de servidores públicos del INIA, en los estados Bolívar y Monagas, así como de Corpoelec del municipio Gran Sabana. Así lo dio a conocer Betti Tamiche, adscrita al INIA-Bolívar, quien indicó que la idea de la actividad fue establecer una colección de cultivares locales de ají dulce y picante de comunidades indígenas y productores en la región.
Asimismo, mantener una réplica en el Banco de Recursos Fitogenéticos del INIA-CENIAP, ubicada en la ciudad de Maracay, estado Aragua, como respaldo en caso de eventualidad. Señaló que estos materiales serán sometidos a caracterización morfológica y evaluaciones agronómicas para seleccionar los mejores cultivares de acuerdo a su adaptabilidad en localidades de la región bolivarense. Estos materiales serán multiplicados para devolver a los productores semillas de los cultivares colectados en sus conucos, unidades de producción y de cualquier otro cultivar de ají colectado en los diferentes municipios, que sea de interés para ellos.
Explicó Tamiche que esta jornada corresponde a una acción del proyecto de Mejoramiento Genético y Producción de Ají del Plan Nacional Zamora que lleva el INIA, el cual se contempla la colecta para contar con diversidad de germoplasma de ají dulce y picante para su conservación, mantenimiento y mejoramiento genético. Además de dar respuesta a las comunidades y productores que han perdido sus semillas y no cuentan con el recurso para producir este rubro prioritario en la cultura bolivarense y que se ha cultivado durante años. Igualmente, esto permite contabilizar la diversidad genética de la especie con que se cuenta en la zona.
Cultivares de ají provenientes de diversos municipios del estado Bolívar
Yilda Bolívar, servidora pública de Corpoelec, manifestó que “Es una iniciativa muy buena y un proyecto que va a ayudar a recuperar esas variedades que la mayoría de las familias han perdido en el municipio Gran Sabana y otras localidades del estado. Nos interesa mucho que todas estas acciones se den aquí porque es un apoyo a los indígenas y a la red del Kumachi, para que se mantenga su cultura”.
Mientras que Sergio Fernández de la Escuela Técnica Agrícola (ETA) Maurak expresó que ellos están sembrando ají de los que algunos alumnos consiguen en los conucos de sus padres y abuelos, para dar prácticas agronómicas a los estudiantes. Sin embargo, desconocen las variedades y les gusta mucho que este proyecto los ayude a clasificar esas variedades y que se pueda dictar un curso por parte del INIA, para ayudarlos a mejorar en las técnicas y conocimientos. (Fuente: Betti Tamiche. Fotografía: Ernesto Martínez. Edición: Rosalba Maraima. 22/06/2015).
