Así lo dio a conocer Martha Pinto, servidora pública del INIA, quien señaló que se contó con la participación de 13 estudiantes de los grados 5to y 6to año, profesores y promotoras comunitarias del INIA.
Indicó que este trabajo forma parte del Plan de Siembra presentado por INIA a la ETAR para la siembra de 20 hectáreas de yuca amarga. Esta actividad además de ejercer una relevancia para el establecimiento del cultivo y su fertilización, también cobró importancia pedagógica para los estudiantes.
En ese sentido se inició con un recorrido por el terreno, tomando en cuenta las características de la vegetación y del suelo (textura, coloración). Posteriormente se tomó un kilo de suelo por cada muestra y se procedieron a identificarlas. Luego éstas se llevaron al INIA, para procesarlas y obtener el análisis y recomendaciones para la fertilización del cultivo.
Por su parte el estudiante de producción vegetal de 6to año, Elías Rodríguez, manifestó que “el análisis del suelo nos permite racionar el uso de fertilizantes a los cultivos, a veces los dañamos o quemamos por no saber exactamente la cantidad o dosis que debemos aplicar”. (Fuente: Martha Pinto. Edición: Rosalba Maraima. 29/04/2015).