CAMA PROFUNDA: UNA ALTERNATIVA ECOLÓGICA Y ECONÓMICA PARA CRIAR CERDOS

     

    El sistema se muestra como una alternativa económica y ecológica, ya que sustituye el piso duro por una cama que se puede elaborar con productos de fácil acceso como paja de trigo, paja de avena, cepa de maíz, cascaras de café, arena o papel de periódico picado sobre piso de tierra.

    Criar cerdos, tradicionalmente ha significado exponer el entorno familiar y el de los vecinos a los malos olores y focos sanitarios infecciosos; es por ello que servidores públicos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, (INIA) en Yaracuy, han desarrollado un trabajo con productores del sector La Piedra, municipio Peña, que consiste en la cría de animales en cama profunda, cómo alternativa no sólo sanitaria, sino,  ecológica y sobretodo económica.

    Melissa Viveros, médico veterinaria de la institución, explicó que “estamos trabajando con pequeñas unidades de producción o patios productivos en función de brindarle una asistencia completa que va desde el diagnóstico social y sanitario hasta el acompañamiento para lograr la transformación de sus espacios, en función de garantizar una mejora en la calidad de vida”.

    Les ofrecemos a nuestros productores, refirió Viveros,  "el cambio del sistema convencional a uno agroecológico, denominado cama profunda, el cual trae beneficios a los productores y al medio social en el que se encuentran establecidos, además de una mejoría notoria de los animales".

    Viveros detalló que el sistema convencional se caracteriza por instalaciones con piso de concreto, en el que los animales deben ser higienizados constantemente con agua, lo que implica una gran inversión en este servicio. En este sentido, agregó que  se evidencia un olor característico de heces con  presencia de muchas moscas, por lo que  es imperante la utilización de pozos sépticos para poder depositar los desechos de estiércol que se lavan.

    El acompañamiento a la familia es fundamental

     

    Servidores INIA ofrecen completa capacitación

    Orlando Jiménez; también médico veterinario de la institución expresó que, “por lo general cuando se crían cerdos en pequeñas unidades de producción o patios productivos, no se cuenta con los depósitos necesarios para los desechos de los animales; lo que conlleva a una contaminación inminente del ambiente(...), desde el INIA les hacemos saber a través de charlas, conversatorios y visitas la importancia de vivir en armonía con el ambiente, al tiempo que se les da un plan de formación que les permita mejorar desde varias vertientes”.

    Refirió que "Les enseñamos lo referente a alimentación alternativa para romper la dependencia de las casas comerciales, al tiempo que cuentan con una opción menos costosa en épocas de crisis y puedan ofrecerle comida de fácil elaboración, que muchas veces se pierden en sus patios sin darle algún tipo de uso".

    Dentro de los planes de formación se les enseña a preparar yogur de yuca, ensilaje de mango y forraje verde hidropónico.  También se les ha donado semillas de arbustos forrajeros como el naranjillo, morera y moringa que son resistentes y buenos para la alimentación alternativa.

    Se les creó un plan sanitario que implica desparasitación frecuente y vacunaciones correspondientes; además de estrategias de bioseguridad para evitar que entren agentes  patógenos a la unidad de producción familiar y además se les enseñó a llevar los registros de nacimientos, montas y de diferentes actividades ya sea de índole clínico o rutinario.

    La experiencia

    Esta experiencia se inició con un productor de La Piedra quien por las condiciones en las que criaba sus animales se había convertido en un alto foco de problemas sanitarios en la zona, que a pesar de ser  una comunidad rural está urbanizada y los vecinos estaban molestos por los malos olores al punto de querer tomar acciones legales sanitarias en contra del productor y su grupo familiar.

    Santeliz Medina explicó que es productor prácticamente de toda la vida, y aunque ha ido cambiando los rubros nunca había contado con una asesoría de algún instituto que le permitiera reordenar los espacios, sacar mejor provecho al tiempo y sin generar problemas sanitarios en su entorno.

    "Los trabajadores del INIA vinieron y me plantearon la posibilidad de cambio del sistema de crianza que tenía por uno más agroecológico, en el que no se perjudica el ambiente ni con desechos, ni con malos olores; acepte  e iniciamos los cambios. Probé inicialmente con un primer corral y al ver los resultados me esforcé y fui migrando el resto de los animales hasta tenerlos todos bajo este sistema de crianza y actualmente cuento con 6 corrales", especificó Medina.

    Petra de Medina, asegura estar muy contenta con el sistema que además se ha convertido en una referencia de producción de cerdos en la comunidad, “lo más importante son los cursos que se nos han dictados, yo me he involucrado en el trabajo con mi esposo y aunque por problemas de salud no puedo estar al pendiente de los animales, me siento parte del proyecto, pues aprendí a llevar los registros y el calendario de pesaje, vacunación y todo lo que tiene que ver con los animales y de esa manera soy un complemento  en el trabajo que día a día realiza mi esposo”.

    Añadió que tienen un año criando cerdos de esta forma y eso le ha generado un subproducto como lo es biofertilizantes o abono orgánico, el cual sacan de un compost que viene siendo el resultado de las heces con el material de la cama.

     

     El productor aprendió a realizar alimentos alternativos con productos del mismo patio

     

     Los servidores públicos aseguran que el cambio ha sido progresivo y  que otras personas se han visto interesados en ejecutar un cambio en sus sistemas de crianza porcina, por lo que actualmente están replicando está acción con otros productores de la zona.  (Texto y Fotografía: Izmir Barreto 31/07/15)

    Copyright© 2017 INIA. Todos los derechos reservados